Las circunstancias actuales, debido a la pandemia, nos han llevado a migrar todas las formaciones a la virtualidad. Sin embargo, no todas las personas estaban familiarizadas con la formación 100% virtual lo cual supone un cambio de hábitos para lograr los objetivos de formación.
Aunque buena parte del éxito de las formaciones lo aportamos desde el proceso de conceptualización y producción, otra parte depende de cada estudiante, con su compromiso y constancia.
Los cambios no son fáciles y menos cuando no hacen parte de una estrategia gradual y planeada previamente, sino que son obligatorios y hay poco tiempo para adaptarse a ellos. Por esto compartimos algunos hábitos que todo estudiante virtual debería desarrollar para incrementar sus conocimientos y adaptarse mejor a la educación virtual.
Organizar el tiempo
Lo escuchamos siempre, pero poco lo ponemos en práctica. Algo que sí está claro y comprobado es que el estudiante virtual debe ser mucho más organizado con su tiempo, hay una exigencia personal mayor para destinar parte del tiempo a la formación. Una buena estrategia es incluir el tiempo de estudio en las tareas de cada día, hacer un listado diario con horarios que involucren trabajo y otras actividades incluyendo el tiempo de estudio. La regularidad ayuda a convertirlo en un hábito.
Disponer el espacio
Aunque sea el mismo espacio de trabajo implica que ese tiempo de estudio se realice en las mejores condiciones posibles para cada persona. Evitar distracciones e interrupciones y tener un espacio tranquilo y ordenado favorecen la concentración y disposición al aprendizaje.
Organizar grupos de estudio
Si bien se espera que el aprendizaje virtual se haga de manera autónoma las mismas herramientas digitales nos dan la posibilidad de compartir conocimiento, aprendizajes y dudas con los pares. Una buena práctica es hacer parte o conformar una comunidad de estudio (aunque sea por un tiempo limitado) para compartir y mejorar los conocimientos adquiridos.
Investigar más
Muchas veces la formación virtual corporativa es vista como una carga laboral adicional. Es cierto que implica un esfuerzo adicional de tiempo y recursos, pero siempre será mejor aprovecharlo como una oportunidad para crecer. Por cuestiones de tiempo y espacio, la formación virtual nos obliga a realizar contenidos cada vez más cortos y a entregar el conocimiento en pequeñas cápsulas donde apuntamos a los conocimientos básicos y precisos. Investigar más en otras fuentes sobre algún tema que nos llame la atención o que consideremos que debemos reforzar es un incentivo para continuar aprendiendo.
Preguntar más y dar retroalimentación
Detrás de los contenidos formativos siempre hay un equipo que trabajó para entregar el conocimiento de la mejor forma posible, pero sabemos que no siempre lo logramos. El estudiante virtual es nuestro mejor aliado para crecer cada día y mejorar las herramientas, metodologías y contenidos que les entregamos. Preguntar más le permite al estudiante aprender más y recibir información adicional que tal vez no fue incluida completamente en la formación y retroalimentar hará que reciba luego contenidos mejor adaptados y cercanos a sus necesidades.
Utiliza este contenido para darle más herramientas a tus colaboradores para que aprovechen mejor y disfruten más las formaciones virtuales que les entregas.
Escríbenos si quieres más ideas para motivar a tus colaboradores, ¡en ADN creamos estrategias para crecer juntos!
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